Levantarse y resistir

Por Aurora Guadalupe Catalán Reyes

Pueblo zapoteco

Las viviendas antiguas guardan historias, costumbres y recuerdos. De niña viví en casa de los abuelos paternos, que a su vez era tlapalería y bodega. Macario Matus inmortalizó el nombre de La Casa del Pintor en su hermoso relato “Historia de las palomas”. A otras personas les tocó en suerte vivir entre bastidores de hamacas o de huipiles. Algunas más habitaron entre arcilla dispersa por el patio y ollas a medio cocer.

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