Octava semilla: Libertad
Si hay una noción sobre la que descansa gran parte de la tradición de pensamiento occidental es precisamente la noción de libertad. Libros completos, discusiones históricas, mares de tinta y una gran parte de la producción narrativa y audiovisual se ha dedicado a la idea de libertad. Esa palabra ha formado parte de reclamos, de frases históricas, de lemas y proclamas que han acompañado guerras y movimientos. Este concepto ha sido utilizado como anhelo de luchas revolucionarias para la liberación de naciones, pero también su uso está unido a la defensa del individualismo a ultranza, como cuando se defiende la propiedad privada o la libertad de mercado en un mundo capitalista. La libertad individual o la libertad de naciones o entidades colectivas hace que esa misma noción se use para fines diferentes, para defender ideas incluso antagónicas. ¿Ser libres de qué o con respecto de quiénes? Defender la libertad de los individuos como si esta libertad no estuviera enmarcada en las relaciones colectivas que establecemos ha sido un ejercicio propio de quienes sostienen una visión neoliberal de la vida. Con base en la palabra libertad se han creado movimientos liberales y movimientos libertarios que defienden la libertad capitalista.
¿Es posible tener un acercamiento distinto a una categoría que ha sido visitada tantas veces y desde ángulos tan distintos? Las mujeres indígenas de diferentes naciones nos responden contundentemente que sí. En las creaciones y textos correspondientes a esta semilla, la palabra libertad se ilumina con diferentes luces. Un hecho que llama la atención es que, en muchos de los acercamientos, la libertad se enmarca siempre desde un anhelo colectivo, de la libertad planteada como un deseo para nuestros pueblos, libertad enmarcada como deseos de autonomía, de libertad para decidir sobre nuestros territorios. En otros acercamientos, se plantean preguntas sobre la libertad de las mujeres indígenas dentro de las comunidades a las que pertenecemos, de la libertad en el marco de la diversidad sexual, de la libertad de elegir nuestros nombres y nuestro género, de la libertad económica y de los deseos para el futuro. Con estas creaciones y textos es posible entonces rescatar la noción de libertad del secuestro individualista que ha sufrido, liberar la libertad de sus ataduras capitalistas. Estos acercamientos dejan en claro que la libertad individual y la colectiva no se oponen, sino que dependen una de la otra, que la libertad debería ser, siempre, un anhelo compartido.
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