Quisiera que la radio fuera un centzontli para que todo se escuchara en 400 voces
Por Erika Karina Jiménez Flores (Akire_huauhtli)
El 13 de marzo de 2003, se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, en el Capítulo III DE LA DISTRIBUCIÓN, CONCURRENCIA Y COORDINACIÓN DE COMPETENCIAS, Artículo 13, apartado III: “Difundir a través de los medios de comunicación las lenguas indígenas nacionales de la región para promover su uso y desarrollo”.
Si este apartado se respetara, podríamos tener acceso a programas de radio y televisión en las 68 lenguas indígenas y sus 365 variantes lingüísticas. Vale la pena imaginar estas posibilidades; por ejemplo, imaginar un programa de radio en teneek o quizá en cho’l. ¿Qué tal un noticiero local en la variante lingüística de la región?
Si estos programas existieran, nuestro espectro de escucha sería muy distinto. Además, podríamos conocer las particularidades de cada territorio a partir de las narraciones, las metáforas y el humor.
En el caso del náhuatl, la lengua materna del sur-oriente de la CDMX, sería interesante pensar en algunos relatos lacustres narrados con el sonido ambiental del espacio o quizá escuchar la memoria de territorio en voz de los mayores. Para muchos de nosotros, ya no hubo posibilidad de escuchar a nuestros bisabuelos hablar en esta lengua pues el cambio de vida propició que el español fuera la lengua principal; esto no nos ha detenido y varias personas hemos buscado la forma de recuperar la lengua a través de maestrxs, cursos e intercambios con otrxs nahua-hablantes.
Algo que facilitaría este re-aprendizaje sería contar con lo que la Ley marca, así, de alguna forma aunque no toda la gente asistiera a clases de lengua náhuatl, conocería al menos cómo se escucha y, en el caso de materiales impresos, sabría cómo se escribe en las distintas regiones.
Es por ello que mi creación bordada hace referencia a las múltiples voces del centzontli, porque un mundo en donde podamos escuchar los diversos cantos y tonos sería el que me gustaría habitar y supongo que a muchas personas más.
Retrato de la autora: Archivo personal
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