Imagen: Albania Morán Martínez

Por Albania Morán Martínez (Biyú Natsé’)

La democracia tiene una definición normativa, es grave error cambiar una prescripción por una verificación, más que poder del pueblo, es la organización del pueblo mediante el intercambio de la palabra en una asamblea.

            Hablar del concepto de democracia desde la cultura mè’phàà es referirnos a sus tradiciones y costumbres, su historia y la elección de sus autoridades. Cuentan los abuelos y abuelas, que los primeros fundadores del pueblo Xkua Ixe Ridíi, actual cabecera municipal de Malinaltepec (Mañuwiin), Estado de Guerrero, provenían del linaje de la familia Timilitzin, en tiempos inmemoriales vivieron en el lugar denominado Cerro de la Malinche, actual Estado de Puebla, las diferentes tribus y culturas comenzaron disputas por territorios y la familia Timilitzin se desprendió del resto de las tribus para emprender un caminar largo y cansado en busca de la tierra prometida que sus antecesores les habían profetizado que hallarían en un lugar lejano; este grupo se caracterizaba por ser siempre pacífico, buscaban el bien común para sus descendientes. Según la historia oral, se asentaron en 1520 en Xkua Ixe Ridíi (Llano de Yoloxochilt), edificaron sus viviendas, su iglesia y la “casa del trabajo” (gu’wá ñajun), establecieron su gobierno comunitario, su vida colectiva giró en la práctica de 18 costumbres; en el centro de su sistema de deidades y religiosidad estaba y sigue estando la lumbre (tátà Mbátsun madíí), es a quien siempre le rezan para que les vaya bien a todos y todas, en las plegarias ruegan al fuego para que ahuyente el mal y  traiga el bienestar.

            Las autoridades eran elegidas después de la fiesta de San Miguel Arcángel que se celebra el 29 de septiembre. En asamblea masiva y a mano alzada elegían al presidente municipal, éste debía ser una persona honorable y de respeto. Dicen los principales del pueblo que, antes de la fiesta, una comisión de principales viajaba a pie, durante días enteros, al santuario de San Juan Copala, Oaxaca. Ahí sacaban  consulta a los hombres y mujeres sabias de la lengua triqui, conocidos como xàbò khàgùu (adivinadores), ellos les daban los nombres de posibles prospectos para fungir como autoridades (xàbò ñajun). La comisión de principales se presentaba en la asamblea para informar del resultado de su viaje, entonces la asamblea respaldaba a la persona cuyo nombre había llegado desde el santuario. Cuentan que un día de elección fue nombrado un señor llamado Filemón Villani, éste se negó a aceptar el cargo de gran responsabilidad porque era muy humilde y no tenía dinero para comprar la manta blanca para la hechura de su ropa; entonces, el pueblo en asamblea le dijo a este señor que todos cooperarían para su vestimenta.  Era una costumbre que, a la persona nombrada, le otorgaban el bastón de mando (Ixé minixá) el 1 de enero a inicio de cada año, esta persona tenía que vestir de blanco. El señor Filemón Villani fue a la postre la mejor autoridad que haya registrado el pueblo de Malinaltepec. En esta práctica de nombramiento de las autoridades del pueblo se resalta el papel de la asamblea comunitaria como máxima instancia deliberativa; por fortuna la asamblea se sigue conservando en el pueblo mè’phàà. La autoridad del pueblo se supedita a las decisiones de la asamblea, la autoridad no se manda sola, cuando desacata los acuerdos tomados regañan a las autoridades o las destituyen; si en cambio fueron buenos comisarios entran a formar parte del grupo de los principales del pueblo. (Máxima zapatista: mandar-obedeciendo).

            En la actualidad, con la intromisión de los partidos políticos, esta práctica asamblearia está siendo reemplazada y afectada por el dinero, las dádivas y la cooptación. En las campañas electorales proliferan los engaños, las falsas promesas y la demagogia, el interés común está siendo supeditado a los intereses individuales o de grupos, dicen ser portadores de la causa de la democracia y del bien común, pero cuando terminan su mandato salen estrenando buenos carros y buenas casas, hasta cambian de mujer, como dijeran en el pueblo.

            En los últimos años se ha destacado el papel de la mujer indígena; en las asambleas, en las faenas, en el sistema de cargos y servicios de la comunidad se nota su presencia. En las luchas de resistencia, en las luchas por la defensa del territorio y los recursos naturales, los derechos colectivos, en la creación del sistema normativo de justicia indígena (CRAC-PC), en todos estos espacios, la mujer indígena cargando su retoño en la espalda avanza construyendo un mundo mejor.

Retrato de la autora: Archivo personal

5 comentarios

  1. Mayra Tinoco

    Excelente redacción con la que me diste a conocer la más pura democracia. Gracias por compartir.

  2. Plutarco Mejía Bello

    Nùmàà’ nánà, phú ikhí niratháán ajngáa, xàbù Míwíín ñajùn’, guerrero yope mbi’yù’ ná Facebook.

  3. Lucas Arreaga Feliciano

    exelente reflexion . muchas gracias por esta informacion tan importante para nosotros los hermanos Tlapanecos.
    me phaa. felicidades y exitos en su proyecto.

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Albania Morán Martínez (Biyú Natsé’)
Pueblo mè’phàà

Albania Morán Martínez (Biyú Natsé’)

Se autodenomina Biyú Natsé’ (Águila del alba) y es hablante del idioma mè’phàà, originaria de la Ciénega, municipio de Malinaltepec, Guerrero. Estudió la licenciatura en “Lengua y Cultura” en la Universidad Intercultural del Estado de Guerrero con énfasis en poesía y escritura. Ha participado en el sitio web “Gusanos de la memoria” creado y gestionado por el poeta Hubert Matiuwá. Ha recibido asesoría y orientación del poeta nahua Martin Tonalmeyolt. Desde muy pequeña, ha participado en protestas sociales en apoyo a varias organizaciones sociales y en lucha por un mundo sin desigualdades, honesto y sin hambre.