Por Itzamari Castro Cruz

Cuando comencé a reflexionar sobre el concepto de justicia, exploré aquello que yo consideraba injusto. Así di con la idea de la auto-explotación a la que nos sometemos para poder lograr las cosas, para tratar de conseguir algo que, por el mismo sistema en que vivimos, no podremos o será muy complicado de conseguir, como una casa propia o el acceso a los servicios de salud. Esta situación es aún más complicada cuando nos dedicamos a la producción artística: el tener que hacer de todo para tener un poco de dinero, la mala retribución por nuestro trabajo que es algo muy frecuente y la lucha por visibilizar nuestras creaciones. Por otra parte, sabemos que hay otras personas que, por sus privilegios, no tienen la necesidad de hacer nada de esto. Por esta razón, pienso que el dicho “no puedes hacer que un pez trepe un árbol” sólo tiene sentido para las personas que, a pesar de todo, sí tenemos que treparlo. 

Retrato de la autora: José Alberto López

Imagen: Esmeralda Ramírez Salazar

Por Esmeralda Ramírez Salazar

Yo pertenezco a la comunidad de Santa María Ixcatlán en Oaxaca y he podido experimentar diferentes vivencias como mujer y como indígena. Desde estas vivencias, puedo decir que a nivel nacional se han logrado grandes avances al menos en la ley, en cuanto al nivel estatal puedo decir que hemos sido tomadas en cuenta en algunos aspectos, pero hagamos una pausa a nivel municipal: en estas instancias solo por el hecho de ser mujer nos vemos obstruidas en el camino de ejercer nuestros derechos y no somos valoradas, no creen que sea posible que podamos ocupar cargos políticos dentro de la estructura municipal.

            En el aspecto social también suceden muchas cosas por lo que es importante conocer nuestros derechos y obligaciones para no permitir que se nos señale por nuestra forma de vestir o por nuestras costumbres como mujeres indígenas. Para vivir en una sociedad igualitaria y sin prejuicios de ninguna índole es necesario que se haga justicia a las mujeres indígenas. Sin embargo, por nuestra situación como mujeres indígenas, somos pocas que tenemos acceso a los espacios para conocer las leyes que defienden nuestros derechos de género pero no solo eso, sino también nuestros derechos lingüísticos como hablantes de lenguas indígenas. Por fortuna podemos ver algunos avances, con el paso de los años y de las diferentes movilizaciones sociales, así como de las instancias de apoyo a la mujer que se han establecido en los municipios de Oaxaca, se ha logrado la incorporación de las mujeres a nuestras sociedades de una manera un poco más justa.

            Considero que la participación de las mujeres indígenas en cargos públicos es muy importante, permite que tengamos una diversidad necesaria para mantener una representación que sea significativa dentro de nuestros pueblos y comunidades, ahí donde las mujeres indígenas podemos incidir. Es importante que nosotras podamos frenar las inercias patriarcales y los paradigmas machistas porque solo obstaculizan el acceso de justicia para nosotras las mujeres; es muy importante promover la participación del talento femenino en las nuevas generaciones que estaremos participando en la vida pública de nuestras comunidades.

Retrato de la autora: Archivo personal