Imagen: Clayton Conn

Por Juanita Mendez L.

A mi comunidad han llegado proveedores a ofrecer internet satelital, dos o tres habitantes han aceptado la oferta para que este servicio sea instalado en su domicilio. Ofrecen además un porcentaje de las ventas de fichas; las personas con internet satelital son las que se encargan de vender las fichas a la población, que tiene un costo de 10 a 15 pesos con una duración de 30 minutos o 1 hora. A través de la compra y el uso de estas fichas, puede comunicarse con sus familiares. En el caso de los jóvenes estudiantes, utilizan el internet para tener acceso a información relacionada con sus materias de estudio; en algunos casos, hay escuelas que cuenta con internet gratis y ahí es donde la mayoría de los jóvenes se acercan por la tarde noche a conectarse. Las comunidades que no cuentan con este medio, se trasladan a otra comunidad cercana donde les sea posible comunicarse. No existe tampoco una biblioteca donde los estudiantes puedan ir a buscar información, ahora todo es por internet. En tiempos de lluvia la señal se corta frecuentemente. La personas adultas han observado que el internet es una herramienta de distracción pues los jóvenes se pasan la mayor parte de las horas de su día navegando por internet incrementando también así los gastos económicos de sus familias.

Otras forma de comunicarse es a través de radios de comunicación portátiles, ésta es la manera en la que la mayor parte de la población se comunica con otros familiares o con personas de otras comunidades. Además, por este medio utilizan su propia lengua además de que les representa un gran ahorro de dinero.

Para poder escuchar o ver las noticias, se cuenta con la televisión, sea Televisa o TV azteca, aunque sabemos que lo que informan no tiene mucha credibilidad. Estos medios no mencionan los casos de conflictos que se están viviendo en otras comunidades, municipios o estados. Para las personas adultas, es difícil acceder a la información, no saben leer ni escribir y las noticias sólo están en español y esta población hablan la lengua cho’l como idioma principal.

No todas las familias tienen acceso a los medios de comunicación. Tampoco saben que existe el derecho a la información, por lo tanto, los habitantes no se enteran de las cantidades de recursos económicos que son ejercidas para la construcción de un programa de gobierno, por mencionar un ejemplo y muchos menos están informados sobre los efectos de un monocultivo sobre nuestro territorio. Si ésta es la situación de nuestras comunidades, ¿podemos decir que se está respetando el derecho a la información?

Retrato de la autora: Archivo personal

Imagen: Celerina Sánchez

Por Celerina Patricia Sánchez Santiago

inia nisama

ndachikoo tu’un núú

tu’ún venenugu

rii kunigu mitu’ún mee tono ña’a tsana’á

kue nda’ú xeen tono machichi ñaá kundasiyu

ñaá kuestakó nchii niku ñaá ndakanini naá

ñaá ndasama nuú yivigo

kue sakú ñaá sa’ú nuú xini kue nuú tsintuu ini

ñòó tono kaa mee ñaa tutsi

rìì sna’á míi koi ndaaso ñaka kuú kuachá

sakú nuú ndachika ñaá vichi

ñaa ntsinduni ini tsitsa’ín ñaa sana ini naá

ràà ño’ó nikachi kuii ñaá kuú pais

nducha ndií ín ñuu siín

ràà nikunâ kuii nuú nduvàà inia

nuú u’ú inia

cambio

contesta a mi palabra

tu palabra veneno

codicia por mi territorio de mujer ancestral

tus manos filos de machetes del enemigo

que somete cualquier pensamiento tierno

de cambio

jaulas construidas en nuestro pensamiento

territorio de mi cuerpo que se lacera

mostrarse a la libertad es pecado

jaula que somete el presente

memoria que se alimenta del olvido

fue la sentencia de un país

borrar toda existencia de un pueblo diferente

y se llevaron a los diferentes en la comisura

de su perversidad

Retrato de la autora: Archivo personal

Derecho a la información

Por Sitlali Chino Carrillo

Pueblo wixárika

La lucha histórica por el reconocimiento y garantía de nuestros derechos individuales y colectivos como miembros de pueblos y comunidades indígenas ha sido compleja.

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Imagen: Sitlali Chino Carrillo

Por Sitlali Chino Carrillo

La reforma al Artículo 6 de nuestra Carta Magna reconoció como derecho fundamental el acceso a la información pública. Sin duda esto representa un poder ciudadano para exigir avances de agendas pendientes de nuestros derechos fundamentales en este país.

Antes de hablar de este derecho, es necesario mencionar que la lucha histórica por el reconocimiento y garantía de nuestros derechos individuales y colectivos como miembros de pueblos y comunidades indígenas ha sido compleja. El estado mexicano no ha sido capaz de respetar los derechos fundamentales en este sector de la población históricamente vulnerado y tampoco le ha sido posible hacer frente a los graves problemas de pobreza, desigualdad, inseguridad, discriminación, corrupción e impunidad, ha demostrado así que los derechos fundamentales no han logrado imponerse como eje rector de su actividad.

El acceso a la información como derecho humano es un componente clave para ejercer el derecho a la libertad de pensamiento y de expresión y éste es a su vez un derecho fundamental para el desarrollo pleno de una sociedad democrática y transparente y constituye un ejercicio vital para la rendición de cuentas para las autoridades.

La Constitución establece en su Artículo 6 que toda persona tiene derecho al libre acceso a la información plural y oportuna, así como de buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole. Por otro lado, la declaración de las naciones unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas establece lo siguiente:

Art. 16

  1. Los individuos y los pueblos indígenas tienen derecho a establecer sus propios medios de información en sus propios idiomas y acceder a todos los demás medios de información no indígenas sin discriminación alguna.
  2. Los estados adoptaran medidas eficaces para asegurar que los medios de información públicos reflejen debidamente la diversidad cultural indígena.

Ante este marco de derechos, debería existir una garantía real individual y colectiva así como la obligación del estado a informar de manera veraz, completa y objetiva a miembros de pueblos y comunidades indígenas. Sin embargo, si tomamos en cuenta el contexto abordado en un inicio, se impide el ejercicio del derecho a la información.

La situación actual en la que nos encontramos por SARS-COV-2 ha dejado visible la violencia sistemática y las desigualdades cada vez en aumento. No podemos hablar de derecho a la información cuando no se garantiza el derecho a la salud pues no contamos con centros de salud u hospitales suficientes en las comunidades indígenas; si no hay hospitales o centros de salud no podemos informarnos sobre prevención del embarazo, sobre la diabetes, el coronavirus u otros. La poca información que nos brindan sobre estos temas no están en nuestras lenguas indígenas.

Tampoco podemos hablar de seguridad, porque no existen ministerios públicos, oficinas de derechos humanos, o seguridad pública, mucho menos sabemos del proceso adecuado para levantar una denuncia, a pesar de los altos índices de violencia en pueblos y comunidades indígenas, principalmente por razón de género. Sin derecho a la información, mucho menos podemos hablar de participación política de las mujeres, esto por el desconocimiento de sus derechos políticos y civiles, el estado no ha garantizado espacios de participación.

Hago mención de estos ejemplos para contextualizar el grave problema que existe en los pueblos indígenas respecto a la violación de nuestros derechos humanos y la nula garantía al derecho a la información. El derecho a la información es, sin duda, una poderosa herramienta para nuestros pueblos, por eso hay que exigir su protección y garantía para que en este sentido exista un estado más trasparente, democrático y más legítimo.

Concluyo que nos queda un largo camino por recorrer para que se nos sea reconocido el derecho a la información y todos los otros derechos; es urgente también trabajar nuestras agendas comunitarias a través de consultas internas y que éstas no sean solo una simulación.

Desde estos contextos como comunidades indígenas, seguiremos fortaleciendo nuestras formas de organización, nuestros sistemas normativos internos, como un claro mensaje al estado mexicano de que aquí seguimos firmes en la exigencia y garantía de nuestros derechos, entre ellos el derecho a la información.

Retrato de la autora: Archivo personal